jueves, 6 de febrero de 2014

6: Travels

Estaba aterrizando aquel avión en Londres.
Mis nervios comenzaban a invadir todo mi ser ¿Qué iba a pasar si no funcionaba?
No quería meter en problemas a mi prima. No quería ser una carga para ella. Pero tampoco quería seguir viviendo sólo por vivir. Quería encontrar mi propia felicidad, y quizá aquí la podía encontrar.

Denise: ¿Estás lista? - preguntó con una sonrisa en su rostro.

Flore: Si... - dije insegura.

Denise: Vamos, será divertido. Verás que aquí todo mejorará.

Flore: ¿Y si eso no pasa?

Denise: Yo haré todo lo posible para que pase.  -me abrazó.

Flore: No tengo como agradecerte todo lo que haces por mi. 

Denise: Ya veremos como lo harás -reímos .

X: pasajeros del vuelo 980 con destino a Londres, favor de abrochar sus sí turones y permanecer en sus lugares. Estamos a punto de aterrizar. - decía el capitán.

Esas palabras comenzaron a retumbar en mi cabeza. Estaba apunto de aterrizar en Londres, en mi nueva vida, en una nueva aventura.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

<Narra Clary>

El maldito avión había tenido turbulencias, cosa que hizo que el imbécil de Derek vomitara. 

Clary: Vamos bastardo, Liverpool me espera y tu te estas tardando. - dije mientras bajaba del avión.

Derek: Clarisse, aguarda. Me siento mal. - tenías sus dos manos presionando su estómago.

Clary: Si, si. Lo que digas, ahora date prisa o yo misma te haré sentirte peor.

Derek: De acuerdo. - dijo molesto.

Caminamos hasta donde el equipaje y tomamos nuestras cosas. Salimos de aeropuerto y tomamos un taxi hacia la estación de trenes. Estaba tan cerca de mi triunfo.

Llegamos a la estación de trenes. Compramos nuestros boletos para Liverpool y esperamos sentado en una banca a que llegara el tren. Mis nervios comenzaban a comerme, pero yo era más fuerte que ellos así que los disimulé mientras mascaba una goma de mascar.

Derek: ¿Nerviosa? - me miró y sonrió.

Clary: Jamás. - lo miré duramente.

Derek: Vamos Clary, soy tu mejor amigo. Yo se que estas nerviosa.

Clary: No divulgues animal. - le puse la mano en la boca y él la quitó bruscamente.

Derek: Tranquila, estas cerca de tu sueño.

Clary: Ya lo se. - me limité a decir.

Derek: Vamos princesa del Rock, ese es nuestro tren, ¿lista?  

Clary: Jamás en mi vida estuve tan lista. -sonreí.

Tomamos nuestras cosas y salimos corriendo hacia el tren y subimos rápidamente. 
Tomamos asiento y frente a nosotros se sentó una chica bastante bonita, no más que yo, pero si era bonita.

Derek: mira esa chica - me dijo en secreto. - es hermosa.


Clary: Lo es. No más que yo, pero lo es.

La chica nos miró y sonrió ampliamente.

X: Hola. - saludó

Derek: Hola hermosa. - dijo usando su tono de galán.

Clary: que hay. 


X: ¿Son de aquí?

Derek: No, preciosa. - sonrió como todo un galán. - yo vengo...

Clary: venimos de California. - interrumpí al bastardo.

X: oh, yo pensé que eran de aquí.

Derek: ¿Tu de donde vienes? - seguía usando su asqueroso tono de galán.

X: Vengo de los Ángeles. -sonrió. - pero díganme ¿Cómo se llaman?

Derek: Yo soy Derek, pero puedes llamarme como quieras. - estrecharon sus manos y Derek besó sus nudillos.

Clary: Soy Clary, no más. ¿Cuál es tu nombre?

X: Yo soy Natalie. Natalie Shoter. - sonrió amablemente.ñ

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bien, aquí un nuevo Capítulo. Muchísimas gracias por leer.


lunes, 27 de enero de 2014

5: Like a Little Girl.


Pensarán que fue muy rápida mi huida de España, era cierto. Para sorpresa de todos, ya estaba sentada en el avión que me llevaría a Londres.

Quizá estaba muy mal que hubiera huido de mis problemas de esa forma tan cobarde, pero no encontraba una solución a ello.

Mi familia estaba hecha mierda, y yo no me iba a quedar sentada a ver eso. No, yo era muy apegada a ella, no estaba dispuesta a ver como se desmoronaba todo.

x: Pasajeros del vuelo 123, favor de abrochar sus sí cinturones de seguridad. Es hora de despegar. - decían desde la cabina de aque avión.

Bien, ya estaba hecho. Ya no había vuelta atrás. Livepool, ahí vamos.

Tenía qué cambiar mi forma de ser antes de que alguien me pudiera lastimar. Y es que ser como yo no era nada bueno. La ternura y la nobles que tenía era más de la que una perdona perdería tener.

No sabía como eran en Liverpool las personas, así que debía de tener mucho cuidado. Quien sabe, que tal que alguien se quería pasar conmigo.

Bien, la paranoia estaba apoderándose de mi. Mi locura se extendía cada vez más. Nunca pensé que un simple viaje podría ponerme así.

Comencé a formular preguntas tales como ¿Y si no le caigo bien a nadie por ser la "chica nueva, bicho raro" de aquel instituto?. ¿Qué pasa sí nadie en la ciudad me quiere? ¿Y si se burlaban de mi inglés?. Bien, ya estaba paranoica.

Comencé a contestarme mis estúpidas preguntas como una desesperada.

Azoté mi cabeza sobre el respaldo del avión. Gire mi cabeza y noté que había un niño sentado junto a mi, viéndome fijamente.

Marce: Deseo el suicidio. - hizo una mueca de disgusto.

Niño: Tranquila, los chicos de Liverpool somos guapos. - guiñó un ojo.

Merce: - sacudí su cabello - ¿cuantos años tienes pequeño?

Niño: tengo 10 bombón. - golpeó su barbilla levemente.

Comencé a reír como sí en eso se fuera la vida y me pregunté ¿El pequeño Casanova podría tener razón?.  Quizá sí, y eso hizo que me relajara un poco.

Merce: ¿y tus padres?

Niño: Sentados por allá - señaló hacia adelante de nosotros  - no me gusta viajar a su lado.

Merce: ¿Por qué no?

Niño: Porque sí me sentara a su lado no podría conocer a chicas lindas como tu. - formó una pequeña sonrisa y yo reí animadamente.

Merce: Gracias por tan lindo cumplido.

Niño: es la verdad. ¿Y tu? ¿Dónde están tus padres? - bajé la mirada

Merce: Mi madre está en España.

Niño: ¿ Y tu padre?

Merce: En Liverpool. Por eso estoy aquí - sonreí levemente y el pequeño me imitó.

Niño: ¿ A qué parte de Liverpool vas?

Merce: Voy a Panny Lane según mi hoja. - dije mientras miraba el folder de documentos que me habían proporcionado en el colegio.

Niño: que bien, yo vivo cerca del instituto de Liverpool. - decía emocionado.

Merce: Pues corres con suerte pequeño porque se supone que mi escuela está muy cerca de allí.

Niño: es el destino que nos quiere ver juntos. - comenzamos a reír.

Merce: Tranquilo pequeño Romeo, podría ser tu mayor.

Niño: ¿de verdad? ¿Cuantos años tienes?

Merce: cumpliré 18 dentro de poco.

Niño: Vaya que eres grande - lo miré ofendida pero su risa me contagiaba.

Merce: lo acepto. Soy muy grande para ti. - reímos

Mi viaje fue de lo más divertido gracias a ese pequeño. Esperaba que todas las personas en Liverpool fueran así.

● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

■Narra Natalie ■

Mamá: Vamos Naty. Date prisa.

Mi madre estaba más que emocionada por mi viaje a Liverpool. Comenzaba a sospechar que sólo quería deshacerse de mi. Que triste.

Naty: Olga, tranquila. El avión sale dentro de 3 horas. No te desesperes.

Olga: Naty, es tu oportunidad para brillar como la super estrella que eres. ¿Aún no te has dado cuenta que eres perfecta para la cámara?

Naty: Extrañaré tus malos consejos de modelaje Olga. - la abracé.

Olga: Y yo extrañaré todo de ti pequeña. Eres mi hija, y no es fácil para mi dejarte ir así como si nada pero se que esto es un buen futuro para ti.

Naty: Estaremos muy lejos un largo tiempo.

Olga: Lo sé pequeña - besó mi frente y acarició mi cabello. - Pero prometo ir a visitarte en cuanto termine la edición de la revista.

Disculpen si no les había contado esto pero mi madre era editora en una revista de modas. Creo que ahora comprenderán por qué su insistencia en que me convirtiera en modelo.

Naty: Está bien, podré esperar. - sonreí.

Olga: Bien, ahora si toma tus cosas. Te espero en el auto. - me volvió a abrazar.

Después de esto, tomé mi equipaje, mi abrigo y salí de casa. No entendía por qué me sentía tan extraña. 

Sabía que regresaría a casa pero había algo que decía que no lo haría. El miedo inundó mi mente ¿Y si me pasaba algo durante aquel viaje? Solo esperaba que no pasará nada malo. Quizá pasaría algo bastante buen, algo tan magnífico que me iba a quitar las ganas de volver. Así pensaba yo.

● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

Un tanto corto el capitulo pero como comentaba en mi otro fanfic les informo que estoy un poco enferma de una devastadora crisis de asma y mi cerebro no está trabajando al cien. Es por eso que es corto pero prometo regresar con uno mas largo e interesante. 

Saludos a nuestros lectores. Especialmente a Frida y a Sharon quienes son seguidoras del blog. Es un honor que leen esta locura chicas, de verdad.

Y bueno, me retiro. Les mando un gran abrazo a todos ustedes.

buena vibra. ^^/



domingo, 19 de enero de 2014

3: Happiness will never come. [Florence & Merce Life]

■Narra Florence■

Así como los días hermosos tenían sonrisas y un gran sol iluminando todo lo que estaba a su alcance, también habían días que tenían lluvia y mal tiempo, haciendo que las calles se quedarán solitarias.

 Mi vida era así, solitaria, aburrida, etc. No tenía nada bueno, nada.

Mi deseo de desaparecer de este mundo era ya casi una realidad. Volvería a ser feliz como algún día lo fui, con la diferencia que ahora estaría 3 metros bajo tierra.

Esa fuerte luz que sentía sobre mi rostro era terriblemente molesta.
Mis ganas por saber si existía la vida después de la muerte me intrigaba.

Estaba segura que estaba muerta, sólo podía oír a lo lejos el ruido de una máquina, como si de una bomba de aire se tratara.
El ruido fue aumentado junto con mi intriga de enterarme de qué se trataba aquel ruido. ¿Acaso ya estaría en el paraíso?
Cabe mencionar que, aquella luz, ya casi era molesta, tenía que saber de dónde provenía.

Con mucho miedo y curiosidad abrí mis ojos lentamente.
Nunca creí que tanta felicidad que sentía se esfumara como si nada al ver que no había logrado mi objetivo.

x: ¡Florece! Que bien que despertaste - dijo al borde de las lágrimas - ¡Doctor! ¡Doctor! ¡Ha despertado! - gritó desesperadamente.

Después de esto, entraron corriendo más de 3 personas. Aún seguía deslumbrada y decepcionada de no haber tenido éxito en mi plan de dejar el sufrimiento.

Miraba a todas aquellas personas que me observaban fijamente. Conectaban y ponían cosas sobre mi, hacían pruebas, revisaban mi pulso y curaban mis viejas heridas que tenía en las muñecas.

Tal vez se pregunten por qué tanta insistencia en morir de aquella chica.
Era mi tercera visita en lo que iba del mes en ese maldito hospital.
¿Acaso no entendían que lo único que quería en la vida era morir?

Caí en un sueño profundo de tanto pensar en por qué la vida se aferraba a mi.
Supongo que pasé mucho tiempo dormida pues cuando desperté el sol estaba en su máximo esplendor.

Abrí mis ojos y me encontré con quien siempre estuvo a mi lado todo este tiempo, mirándome fijamente, con un cara de no haber dormido ni un solo segundo, de preocupación y de haber llorado por mucho rato.

X: Florence... - dijo lentamente.

Flore: Denise - dije con voz ronca.

Den: Oh Flore, querida. - comenzó a llorar tomando mi mano - pensé que esta vez no lo lograrías

Flore: Yo también pensé eso... - baje la mirada. Estaba decepcionada por no haber logrado mi objetivo.

Den: Flore, esto que haces no está bien.

Flore: Quizá.

Un silencio bastante incómodo se hizo presente. Den decidió romper con el.

Den: Florence... Tengo que hablar contigo. - secó las lágrimas de su rostro.

Flore: ¿Crees que es momento para hablar?

Den: Si, necesito dejarte pensando en lo que los doctores vienen a hacer la revisión médica para que te puedas ir.

Flore: Bien, te escucho.

Den: Florece Care... ¿Aceptas irte a vivir conmigo? - me miró fijamente.

Flore: ¿Qué? - me quedé sorprendida. - Claro que no! No voy a permitir que vivas sola con una estúpida que siempre quiere matarse.

Den: No digas estupideces Florence. Yo se que puedo cuidar de ti y ayudarte a alejar todos esos pensamiento suicidas que inundan tu mente. Piénsalo.

Y dicho esto salió de la habitación para que los doctores pasarán tras su salida.

Mi prima Denise era 3 años mayor que yo y vivía en Liverpool. Venía cada cuando a verme y siempre que lo hacía me encontraba en el hospital.
Comprendía su preocupación por mi, realmente quería demasiado.
Quizá fuera buena idea irme a vivir con ella.
Tal vez allá encontraría una mejor manera de morir.
O a lo mejor podía cambiar de parecer y empezar de nuevo mi vida en aquel lugar.
Creo que mi respuesta estaba más que lista. Claro que me iría a vivir con ella.

Formé una pequeña sonrisa en mi rostro.
Sabía que no todo estaba perdido pero si estaba segura de una cosa... "La felicidad nunca llegaría".

● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

● Narra Mercedes●

Pensando en aquella propuesta que la directora del colegio acababa de proponerme, caminaba bajo los árboles de las aceras hacia mi casa.

Estaba formulando un discurso de como le diría a mi madre y a mi padre que tenía la oportunidad de estudiar en otro lugar para subir mi nivel de aprendizaje y cultura.

Sabía que los dos se iban a emocionar y que su respuesta sería afirmativa pero yo no quería ir, no quería estar lejos de mi familia.

Llegué a casa y suspiré, la hora de la verdad había llegado.

Saqué mi llavero de mi bolso y abrí cuidadosamente el seguro de la puerta.

Giré la perilla y me encontré con una imagen nada común en casa.
Mamá y papá discutían como nunca.

Mamá: Yo no quise hacerlo! Así fueron las cosas!

Papá: Eres una maldita zorra! ¿Cómo pudiste hacerme esto?!

Ambos gritaban como locos y aparentemente no se habían dado cuenta de mi llegada, ni mucho menos de mi presencia.

Mamá: Entiende que fue un desliz!!

Papá: ¿Un desliz? ¡Yo jamás tuve uno y en cambio tú si!

Mamá: No tiene nada que ver eso!

Papá: No sabes como te odio Marella!!!

Mamá: No digas eso - estaba al borde de las lágrimas - yo te amo.

Papá: Si me amaras jamás me hubieras engañado y mucho menos hubieras hecho creer que Mercedes era mi hija!!

En ese momento sentí como si me hubieran dejado caer 10 toneladas de piedras sobre la espalda.

Mi mundo se acababa de venir a abajo. Mi madre me había mentido.
Tantos años de ser la familia perfecta, la familia feliz, la familia educada que no escondía secretos entre... Ahora esa familia estaba hecha mierda.

Mis lágrimas comenzaron a brotar silenciosamente.

Mamá: Victor! En tu vida vuelvas a repetir eso! - gritó desesperada. - Mercedes no debe de saber esto jamás! Una cosa es que haya traicionado tu confianza, pero date cuenta que Mercedes es una niña que creció pensando que tú eres su padre. No puedes venir a este tiempo a decirle que no lo eres como si nada.

Papá: Yo jamás le haría eso a MI hija. No todos somos unos insensibles como tu lo eres. 

Ambos se quedaron en silencio. Sus respiraciones se escuchaban agitadas, parecía que podría salir humo de sus fosas nasales. 

Sentía unas tremendas ganas de vomitar pero eso no importaba ahora. Tenía que entrar en la conversación ¡Era de mí vida, era mi familia! Rayos, siempre fui tan apegados a ellos.

Había algo que quería hacer antes de largarme de esa casa de una vez por todas. Claro, yo ya no iba a vivir en la casa de la infelicidad con la familia apariencias. Eso no iba conmigo.

Mis padres no se habían dado cuenta aún de mi presencia así que decidí enterarlos de que estaba ahí presente.

Merce: Eres una mentirosa Mamá - dije mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla.

Mamá: Me-Me-Mercedes...... - se acercó a mi e intentó abrazarme.

Merce: Sueltame!  - me retiré bruscamente - No me toques.

Mamá: Puedo explicarlo. 

Merce: No quiero tus malditas explicaciones!  Solo quiero saber una sola cosa. - si que estaba enojada - Y espero que esta vez hables con la verdad. Quiero saber de dónde es mi padre.

Mamá: Mercedes... no me hagas esto.

Merce: Maldita sea! Solo dime! - la miré fijamente.

Mamá: - bajó la mirada - Se llama Harry Greaves y es de Liverpool. 

Merce: Bien. - dije seca. 

Dicho esto mire por última vez a mi "Padre" y después miré a mi madre. Me dolía mucho verla sufriendo pero créanme que  yo sufría más en ese momento.

Subí a mi habitación corriendo. Seguramente ya imaginarán que fue lo siguiente que hice. Y si no, pues entonces les contaré un poco.

Tomé una maleta, la llené de ropa, tomé todo el dinero que tenía guardado para comprar un automóvil y me fui de mi casa.

Mi madre trató de detenerme pero mi pa... digo, Victor la de tuvo y me dejo ir.

Fuí directamente a la escuela, tenía que hablar con la directora.

Pasé a su oficina y ella me miraba preocupada.

Directora: Mercedes ¿Estás bien? - me miraba como si a una loca estuviera viendo.

Marce: Perfectamente señorita.

Directora: Bien, ahora dígame ¿Cual es el motivo de su visita?

Marce: Estoy aquí porque iré de intercambio a Liverpool. 

Directora: Claro que sí, lo había olvidado. Bien, el viaje lo debes de pagar tú, tendrás que hacer todo lo que hace la alumna de tu intercambio. Ella no vendrá aquí. Ella irá a Argentina. ¿Estás de acuerdo con  esto?

Merce: Claro ¿Cuando me voy?

Directora: Veo que estas entusiasmada y vienes preparada - dijo mientras veía mi maleta - Hoy mismo puedes irte.

Merce: Bien, entonces me retiro. - le di la mano.

Directora: Te extrañaremos Mercedes. 

Merce: Al igual que yo a ustedes. - sonreí.

Directora: Buena suerte.

Merce: Gracias.

Y así salí de su oficina. 

Creo que las cosas comenzaban a marcarme un nuevo camino. Quizá, en mi destino estaba que me tenía que ir de aquel país.
Nadie jamás se imaginaría todo lo que me pasaría en aquella ciudad.

● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

Aquí tienen el tercer capítulo de esta locura literaria. 
Espero que les agrade. 

Quiero mandar un saludo muy especial a nuestra primera seguidora Sharon Gallagher. Gracias por tus comentarios. :)

Y sin mas que decir yo me retiro.
Nos leemos luego.

- Mane Moretti ♥

martes, 14 de enero de 2014

1: The beginning of the madness

La vida pasa, el tiempo vuela. Mi soledad no cesaba, al contrario aumentaba y mi corazón estaba hecho trizas.

Bien, era una persona que creía ciegamente en el amor pero, por aquella sencilla razón, la mayoría de las personas me lastimaban.

Mi nombre es Florence Care, tengo 16 años y soy de Moscú, Rusia.

Diría que soy bonita pero mi autoestima estaba por lo suelos. Tan sólo era una chica blanca, de cabello castaño y tengo ojos verdes ¡Puaj! Que novedad.

Mi vida no había sido nada fácil y por aquella razón estaba decidida a buscar una salida fácil. Quizá la muerte sería la mejor solución. Si, así lo creía yo.

Una tarde lluviosa de Noviembre, mi soledad controló mi mente haciéndome sentir mal con todo y con todos, creando una imagen falsa sobre mi persona e invitándome a Dejar de sufrir más en este mundo.

Con desesperación, logré abrir el bote que contenía píldoras para dormir. Mi sueño si que iba a ser bueno, seria eterno. El bendito descanso eterno.

Puse en mi mano una gran cantidad de píldoras. Estaba dispuesta a tomarlas de una vez por todas.


X: ¡Florece! - gritaba alguien desde la planta baja de mi casa.


No respondí al llamado, no quería interrupciones en mi muerte.


Llevé las píldoras hacia mi boca y comencé a pasarlas lenta y dolorosamente por mi garganta. Ya estaba, ya no habría más Florece para el mundo. Quizá eso sea bueno.


Mi cabeza comenzó a dar vueltas sin control, mis piernas temblaban haciendo que cayera al piso, mi corazón comenzó a acelerarse, mi cuerpo entero comenzó a sacudirse en el piso y como movimiento final del show de mi muerte mi conciencia se esfumó, haciendo que ya no supiera de nada ni nadie.


X:¡FLORENCE MALDITA SEA! ¿Qué has hecho?


● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

A veces, lo único que necesitaba era dormir. Otras más, sólo necesitaba un cigarrillo. O quizá, dejar que el alcohol hiciera lo suyo.

Bien, mi vida se basaba en eso; Sólo alcohol, cigarrillos y dormir. No necesitaba más.

Esta bien, creo que debo presentarme, mi nombre es Clarisse Blanker, tengo 17 años y soy de California, U.S.A.

Tengo un carácter bastante hermoso a mi gusto. Soy desobediente, rompo las reglas, mal educada, traviesa, egocéntrica, etc. Miles de defectos tenía pero, aun así, tenía mis grandes virtudes. Por ejemplo, era toda una artista, me fascinaba pintar y dibujar cualquier cosa que se me ocurriera, además, tenía una mente tan brillante que podía escribir miles de historias con tan solo ver una pluma y un pedazo de papel. Les dije que era egocéntrica.

Físicamente era amm... sexy. Si, sexy. Imaginen; cabello largo y oscuro, piel bastante blanca, labios carnosos, cuerpo perfecto... Esta bien, no era taaaan perfecta, tenía un defecto pero, ese defecto, atraía a todos. Mi defecto eran mis malditos ojos de color extraño. Tampoco era ninguna Liz Taylor pero si que tenía un color bastante extraño.

Clary: Maldita sea, yo no hice nada. -decía firmemente.


Directora: Disculpe señorita Blanker pero todo indica que usted fue la culpable de arrojar por las escaleras a la señorita Denzeer. Lo siento pero tendrá que ser transferida o en su defecto expulsada del colegio.


Bien, me habían acusado de tirar por las escaleras a la zorra de la escuela. La verdad si que era culpable, pero si me sacaban del colegio mis padres me matarían.


Clary: Por favor señorita, no puede expulsarme. - puse mi mejor cara de arrepentimiento 


Directora: Clarisse - dijo mirándome - No puedo dejar pasar esto. - baje la mirada - pero puedo transferirte a una escuela de artes. - mi expresión cambió de repente. Una sonrisa se apoderó de mi.


Clary: ¿De verdad? - dije sorprendida.


Directora: Si, de verdad. Ahora ve a clase y pon cara de tristeza. - Ambas sonreímos. 


Me levanté del asiento y me dirigí hacia la puerta para salir de ahí.


Directora: Clarisse... - dijo de repente - sólo quiero decirle que el instituto de artes está en Liverpool. Hable con sus padres y comente esto con ellos.


Genial, todo iba genial. Mis padres apoyaban mi carrera así que viajar a Liverpool no era ningún impedimento para mi. ¿O sí?


● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●


X: Muy bien, así te ves hermosa. - decía mientras miraba el lindo perfil de la chica. - Una más. -disparó el cegante flash sobre su fina piel. - Perfecto. Simplemente perfecto. Hemos terminado por hoy.


Se preguntarán ¿Quién es la "hermosa" chica de la que habla aquel, aparentemente, fotógrafo? Bien, yo les responderé.


Aquella chica de cabello negro y cara de no romper un plato soy yo. Permitan que me presente adecuadamente.


Mi nombre es Natalie Shother, soy de Los Angeles, tengo 15 inmaduros años y trabajo como modelo en una tienda de ropa para adolescentes.


Sinceramente, mi trabajo sólo era por diversión y por mi madre que insistía en que era "perfecta para el mundo del modelaje".


A pesar de mi edad, era una chica con un carácter bastante fuerte. Era fría, tímida, jamás demostraba mis sentimientos... en fin, toda una defectuosa.


X: Con esto hemos terminado la sesión de hoy querida Natty. Mañana te entrego tu cheque de pago ¿Correcto?


Natty: Claro que sí señor. Buenas noches.


X: Buenas noches Natty. - se despidió.


A paso un poco apresurado me dirigí hasta la puerta.


X: Natalie! - gritó de pronto. - ven, acércate.


Caminé de nuevo hacia su escritorio y me dejé caer en una de las sillas.


X: Natty, necesito hacerte una propuesta y que me tengas una respuesta mañana mismo.


Natty: Claro, dígame.


X: Bien, tenemos una nueva propuesta para abrir una tienda en Liverpool. Este proyecto es muy bueno pues allá todo esto es nuevo. - asentí - Bueno, directo al grano. Necesito que tu seas mi modelo principal para este nuevo proyecto.


Natty: amm ¿Sólo son fotos?


X: Si, así es. Pero lo divertido es que... quiero que viajes conmigo y la compañía hacia Liverpool. Quiero que todos te conozcan y te vean en las pasarelas. ¿Qué dices?


Mi boca no se caía de la impresión sólo porque está pegada a mi. Quería dejar esto del modelado pero ir a otro país y aprender nuevas cosas me parecía algo increíble.


Natty: Debo pensarlo señor. Mañana mismo le traigo una respuesta.


X: Claro linda, no te presiones. Piénsalo bien.


Natty: Gracias - sonreí - Hasta mañana.


X: Hasta mañana.


Y así me alejé de aquella tienda caminado hacia mi casa.


¿Estaría bien ir a aquel lugar y probar mi suerte? Quizá. Pero debía de pensarlo muy bien.


● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●


Aquella anciana que estaba parada frente a todas en aquel salón parloteaba sin parar sobre mi libro favorito "Cien años de soledad".


Mi nombre es Mercedes Symonds, tengo 18 años y soy de Venecia, España.


Cabello castaño, ojos verdes, 1.60 de estatura, delgada, de lentes. Osea muy fea para mi gusto.


Maestra: Quiero que lean este libro y me hagan una reseña completa de este para la próxima semana. ¿De acuerdo?


- Si señorita - dijimos todas al unísono. Tocaron la campana que indicaba la hora de salida. Tomé mis cosas y caminé hacia la entrada.


Maestra: Srita. Symonds ¿Podría venir un momento? - dijo mientras me veía.


Merce: ¿Qué pasa Srita? - dije tomando un lugar frente a ella.


Maestra: Mercedes Symonds quiero proponerle algo bastante interesante.


Merce: Claro, dígame.


Maestra: Quiero que usted sea la próxima alumna en hacer un intercambio y vaya a demostrar que en España las mujeres somos bastante inteligentes.


Marce: Maestras pero usted sabe que yo no puedo irme. Mi familia es todo lo mio y soy bastante sensible. No aguantaría sin ellos.


Maestra: Por favor Mercedes, Piénsalo.


Marce: Lo haré. Lo prometo.


Y así salí casi corriendo de aquel salón. La verdad es que no quería ir a ese intercambio pero había algo que me haría cambiar de opinión.