domingo, 19 de enero de 2014

3: Happiness will never come. [Florence & Merce Life]

■Narra Florence■

Así como los días hermosos tenían sonrisas y un gran sol iluminando todo lo que estaba a su alcance, también habían días que tenían lluvia y mal tiempo, haciendo que las calles se quedarán solitarias.

 Mi vida era así, solitaria, aburrida, etc. No tenía nada bueno, nada.

Mi deseo de desaparecer de este mundo era ya casi una realidad. Volvería a ser feliz como algún día lo fui, con la diferencia que ahora estaría 3 metros bajo tierra.

Esa fuerte luz que sentía sobre mi rostro era terriblemente molesta.
Mis ganas por saber si existía la vida después de la muerte me intrigaba.

Estaba segura que estaba muerta, sólo podía oír a lo lejos el ruido de una máquina, como si de una bomba de aire se tratara.
El ruido fue aumentado junto con mi intriga de enterarme de qué se trataba aquel ruido. ¿Acaso ya estaría en el paraíso?
Cabe mencionar que, aquella luz, ya casi era molesta, tenía que saber de dónde provenía.

Con mucho miedo y curiosidad abrí mis ojos lentamente.
Nunca creí que tanta felicidad que sentía se esfumara como si nada al ver que no había logrado mi objetivo.

x: ¡Florece! Que bien que despertaste - dijo al borde de las lágrimas - ¡Doctor! ¡Doctor! ¡Ha despertado! - gritó desesperadamente.

Después de esto, entraron corriendo más de 3 personas. Aún seguía deslumbrada y decepcionada de no haber tenido éxito en mi plan de dejar el sufrimiento.

Miraba a todas aquellas personas que me observaban fijamente. Conectaban y ponían cosas sobre mi, hacían pruebas, revisaban mi pulso y curaban mis viejas heridas que tenía en las muñecas.

Tal vez se pregunten por qué tanta insistencia en morir de aquella chica.
Era mi tercera visita en lo que iba del mes en ese maldito hospital.
¿Acaso no entendían que lo único que quería en la vida era morir?

Caí en un sueño profundo de tanto pensar en por qué la vida se aferraba a mi.
Supongo que pasé mucho tiempo dormida pues cuando desperté el sol estaba en su máximo esplendor.

Abrí mis ojos y me encontré con quien siempre estuvo a mi lado todo este tiempo, mirándome fijamente, con un cara de no haber dormido ni un solo segundo, de preocupación y de haber llorado por mucho rato.

X: Florence... - dijo lentamente.

Flore: Denise - dije con voz ronca.

Den: Oh Flore, querida. - comenzó a llorar tomando mi mano - pensé que esta vez no lo lograrías

Flore: Yo también pensé eso... - baje la mirada. Estaba decepcionada por no haber logrado mi objetivo.

Den: Flore, esto que haces no está bien.

Flore: Quizá.

Un silencio bastante incómodo se hizo presente. Den decidió romper con el.

Den: Florence... Tengo que hablar contigo. - secó las lágrimas de su rostro.

Flore: ¿Crees que es momento para hablar?

Den: Si, necesito dejarte pensando en lo que los doctores vienen a hacer la revisión médica para que te puedas ir.

Flore: Bien, te escucho.

Den: Florece Care... ¿Aceptas irte a vivir conmigo? - me miró fijamente.

Flore: ¿Qué? - me quedé sorprendida. - Claro que no! No voy a permitir que vivas sola con una estúpida que siempre quiere matarse.

Den: No digas estupideces Florence. Yo se que puedo cuidar de ti y ayudarte a alejar todos esos pensamiento suicidas que inundan tu mente. Piénsalo.

Y dicho esto salió de la habitación para que los doctores pasarán tras su salida.

Mi prima Denise era 3 años mayor que yo y vivía en Liverpool. Venía cada cuando a verme y siempre que lo hacía me encontraba en el hospital.
Comprendía su preocupación por mi, realmente quería demasiado.
Quizá fuera buena idea irme a vivir con ella.
Tal vez allá encontraría una mejor manera de morir.
O a lo mejor podía cambiar de parecer y empezar de nuevo mi vida en aquel lugar.
Creo que mi respuesta estaba más que lista. Claro que me iría a vivir con ella.

Formé una pequeña sonrisa en mi rostro.
Sabía que no todo estaba perdido pero si estaba segura de una cosa... "La felicidad nunca llegaría".

● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

● Narra Mercedes●

Pensando en aquella propuesta que la directora del colegio acababa de proponerme, caminaba bajo los árboles de las aceras hacia mi casa.

Estaba formulando un discurso de como le diría a mi madre y a mi padre que tenía la oportunidad de estudiar en otro lugar para subir mi nivel de aprendizaje y cultura.

Sabía que los dos se iban a emocionar y que su respuesta sería afirmativa pero yo no quería ir, no quería estar lejos de mi familia.

Llegué a casa y suspiré, la hora de la verdad había llegado.

Saqué mi llavero de mi bolso y abrí cuidadosamente el seguro de la puerta.

Giré la perilla y me encontré con una imagen nada común en casa.
Mamá y papá discutían como nunca.

Mamá: Yo no quise hacerlo! Así fueron las cosas!

Papá: Eres una maldita zorra! ¿Cómo pudiste hacerme esto?!

Ambos gritaban como locos y aparentemente no se habían dado cuenta de mi llegada, ni mucho menos de mi presencia.

Mamá: Entiende que fue un desliz!!

Papá: ¿Un desliz? ¡Yo jamás tuve uno y en cambio tú si!

Mamá: No tiene nada que ver eso!

Papá: No sabes como te odio Marella!!!

Mamá: No digas eso - estaba al borde de las lágrimas - yo te amo.

Papá: Si me amaras jamás me hubieras engañado y mucho menos hubieras hecho creer que Mercedes era mi hija!!

En ese momento sentí como si me hubieran dejado caer 10 toneladas de piedras sobre la espalda.

Mi mundo se acababa de venir a abajo. Mi madre me había mentido.
Tantos años de ser la familia perfecta, la familia feliz, la familia educada que no escondía secretos entre... Ahora esa familia estaba hecha mierda.

Mis lágrimas comenzaron a brotar silenciosamente.

Mamá: Victor! En tu vida vuelvas a repetir eso! - gritó desesperada. - Mercedes no debe de saber esto jamás! Una cosa es que haya traicionado tu confianza, pero date cuenta que Mercedes es una niña que creció pensando que tú eres su padre. No puedes venir a este tiempo a decirle que no lo eres como si nada.

Papá: Yo jamás le haría eso a MI hija. No todos somos unos insensibles como tu lo eres. 

Ambos se quedaron en silencio. Sus respiraciones se escuchaban agitadas, parecía que podría salir humo de sus fosas nasales. 

Sentía unas tremendas ganas de vomitar pero eso no importaba ahora. Tenía que entrar en la conversación ¡Era de mí vida, era mi familia! Rayos, siempre fui tan apegados a ellos.

Había algo que quería hacer antes de largarme de esa casa de una vez por todas. Claro, yo ya no iba a vivir en la casa de la infelicidad con la familia apariencias. Eso no iba conmigo.

Mis padres no se habían dado cuenta aún de mi presencia así que decidí enterarlos de que estaba ahí presente.

Merce: Eres una mentirosa Mamá - dije mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla.

Mamá: Me-Me-Mercedes...... - se acercó a mi e intentó abrazarme.

Merce: Sueltame!  - me retiré bruscamente - No me toques.

Mamá: Puedo explicarlo. 

Merce: No quiero tus malditas explicaciones!  Solo quiero saber una sola cosa. - si que estaba enojada - Y espero que esta vez hables con la verdad. Quiero saber de dónde es mi padre.

Mamá: Mercedes... no me hagas esto.

Merce: Maldita sea! Solo dime! - la miré fijamente.

Mamá: - bajó la mirada - Se llama Harry Greaves y es de Liverpool. 

Merce: Bien. - dije seca. 

Dicho esto mire por última vez a mi "Padre" y después miré a mi madre. Me dolía mucho verla sufriendo pero créanme que  yo sufría más en ese momento.

Subí a mi habitación corriendo. Seguramente ya imaginarán que fue lo siguiente que hice. Y si no, pues entonces les contaré un poco.

Tomé una maleta, la llené de ropa, tomé todo el dinero que tenía guardado para comprar un automóvil y me fui de mi casa.

Mi madre trató de detenerme pero mi pa... digo, Victor la de tuvo y me dejo ir.

Fuí directamente a la escuela, tenía que hablar con la directora.

Pasé a su oficina y ella me miraba preocupada.

Directora: Mercedes ¿Estás bien? - me miraba como si a una loca estuviera viendo.

Marce: Perfectamente señorita.

Directora: Bien, ahora dígame ¿Cual es el motivo de su visita?

Marce: Estoy aquí porque iré de intercambio a Liverpool. 

Directora: Claro que sí, lo había olvidado. Bien, el viaje lo debes de pagar tú, tendrás que hacer todo lo que hace la alumna de tu intercambio. Ella no vendrá aquí. Ella irá a Argentina. ¿Estás de acuerdo con  esto?

Merce: Claro ¿Cuando me voy?

Directora: Veo que estas entusiasmada y vienes preparada - dijo mientras veía mi maleta - Hoy mismo puedes irte.

Merce: Bien, entonces me retiro. - le di la mano.

Directora: Te extrañaremos Mercedes. 

Merce: Al igual que yo a ustedes. - sonreí.

Directora: Buena suerte.

Merce: Gracias.

Y así salí de su oficina. 

Creo que las cosas comenzaban a marcarme un nuevo camino. Quizá, en mi destino estaba que me tenía que ir de aquel país.
Nadie jamás se imaginaría todo lo que me pasaría en aquella ciudad.

● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ● ●

Aquí tienen el tercer capítulo de esta locura literaria. 
Espero que les agrade. 

Quiero mandar un saludo muy especial a nuestra primera seguidora Sharon Gallagher. Gracias por tus comentarios. :)

Y sin mas que decir yo me retiro.
Nos leemos luego.

- Mane Moretti ♥

1 comentario:

  1. D: ¡Pobre Mercedes! =( qué mala onda que se haya tenido que enterar de esa manera. Pero creo que era cosa del destino, digo, la mandaban a Liverpool y justo se entera de eso y de que su padre vive allá.

    En cuanto a Florence, ojalá encuentre un nuevo camino. Qué triste todo :( pero muy genial el cap :D

    Espero suban pronto. ¡Saludos de vuelta! =D

    ResponderBorrar